Kiev, Ucrania.- Mientras la resistencia ucraniana va en aumento, se desata el caos en las zonas controladas por rusos.
Como muestra de desafío al control ruso, la resistencia ucraniana leal a Kiev mata funcionarios, vuela puentes y trenes y ayuda al ejército nacional identificando objetivos clave del enemigo.
Este aumento significativo de poder ha erosionado el control de Rusia en el sureste de Ucrania, limitando su paso en varias ciudades.
El coordinador del movimiento guerrillero en la región sureña de Kherson, Andriy de 32 años, expresó:
“Nuestro objetivo es hacerle la vida insoportable a los ocupantes rusos y utilizar cualquier medio para descarrilar sus planes”.
Las tropas ucranianas utilizaron hace poco un lanzacohetes múltiple que obtuvieron de Estados Unidos, conocido como HIMARS.
Con este lanzacohetes golpearon un puente estratégico en el río Dniéper en Kherson y cortaron la ruta principal de suministros de las fuerzas rusas.
A su vez, la resistencia ha inundado la ciudad de panfletos amenazando a funcionarios.
Mientras las fuerzas ucranianas duplican los ataques en la región y recuperan algunas zonas al oeste del río Dniéper, la actividad guerrillera también crece.
La resistencia ha colocado bombas cerca de edificios administrativos, en viviendas de funcionarios e incluso en sus itinerarios diarios.
Se coordinan con las Fuerzas de Operaciones Especiales del ejército ucraniano, quienes les ayudan a desarrollar tácticas y estrategias.
También seleccionan objetivos y tienen una web con consejos sobre cómo organizar una resistencia, preparar emboscadas y evitar el arresto.
Además, han establecido una red de alijos de armas y escondites secretos en zonas ocupadas.
Las guerrillas han intentado matar varias veces a Vladímir Saldo, que lidera el gobierno provisional de Kherson apoyado por Rusia.
Incluso han ofrecido una recompensa de un millón de hyvnias (25.000 dólares).
Su asistente, Pavel Slobodchikov, murió baleado en su vehículo, y otro funcionario, Dmytry Savluchenko, en la explosión de un coche bomba.
Los ataques han hecho que Moscú envíe unidades antiguerrilla a Kherson.
Sin embargo, la resistencia ucraniana expresó; “Damos al ejército ucraniano coordenadas precisas para varios objetivos, y la asistencia de las guerrillas hace aún más poderosas las nuevas armas de largo alcance, en especial el HIMARS”.
“Somos invisibles tras las líneas rusas y esta es nuestra fortaleza”, agregaron.
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