Por: Leanlly Pérez- Un grupo internacional de investigadores, entre los que se incluyen científicos españoles, ha logrado desarrollar una innovadora linterna molecular capaz de detectar metástasis cerebrales y otras lesiones en el cerebro, mediante el uso de un fino haz de luz.
Este avance, logrado en el marco del consorcio internacional NanoBright, ha sido publicado en la revista Nature Methods y representa un gran avance en la investigación biomédica. Entre los colaboradores del proyecto se encuentran equipos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Instituto Cajal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La nueva tecnología se basa en una técnica denominada espectroscopía vibracional, que utiliza una sonda extremadamente fina, de menos de un milímetro de grosor y con una punta de apenas una micra, es decir, una milésima de milímetro.
Esta sonda es tan delgada que es posible introducirla en zonas profundas del cerebro sin causar daño al tejido, lo que la convierte en una herramienta mínimamente invasiva. En comparación, el grosor de un cabello humano oscila entre 30 y 50 micras, lo que subraya lo poco invasivo de la técnica.
Lo que hace única a esta linterna molecular es su capacidad para iluminar el tejido nervioso y, al hacerlo, obtener información detallada sobre su composición química. Esto permite detectar cambios moleculares que ocurren debido a la presencia de tumores, ya sean primarios o metastásicos, y también en lesiones causadas por traumatismos craneoencefálicos.
A diferencia de las tecnologías anteriores que requerían alterar el cerebro antes de realizar el estudio, esta linterna permite investigar el cerebro en su estado natural, lo que supone un cambio de paradigma en la investigación de enfermedades neurológicas y tumores cerebrales.
El director del Grupo de Metástasis Cerebral del CNIO, Manuel Valiente, explicó que esta tecnología permite estudiar el cerebro sin necesidad de alterarlo previamente, lo que abre nuevas posibilidades para el análisis de diversas estructuras cerebrales, sin que sea necesario realizar modificaciones genéticas previas, como ocurría con otras tecnologías utilizadas anteriormente.
Aunque la espectroscopía Raman ya se había empleado en neurocirugía, en este caso se utilizaba de manera invasiva y menos precisa, ya que solo se empleaba cuando el cerebro ya había sido abierto quirúrgicamente. La nueva técnica permite realizar estudios más detallados y precisos sin necesidad de intervenciones invasivas.
Los investigadores del CNIO han utilizado la linterna molecular para estudiar modelos experimentales de metástasis cerebral, encontrando que ciertos frentes de los tumores liberan células que no son detectadas en las cirugías.
Esto sugiere que la tecnología tiene el potencial de detectar células cancerígenas que podrían escapar a la cirugía, lo que resulta de gran importancia para la detección temprana y la mejora de los tratamientos contra el cáncer cerebral. Los investigadores planean seguir explorando la capacidad de la linterna para diferenciar distintos tipos de metástasis en función de sus perfiles moleculares, lo que podría ayudar a personalizar los tratamientos en el futuro.
Por otro lado, el grupo del Instituto Cajal ha utilizado la linterna molecular para investigar las zonas cerebrales susceptibles de generar crisis epilépticas, especialmente en áreas afectadas por traumatismos craneoencefálicos.
La investigación ha permitido identificar diferentes perfiles vibracionales en las mismas regiones cerebrales, dependiendo de si estaban asociadas con un tumor o con un traumatismo, lo que sugiere que las lesiones en estas áreas cerebrales afectan de manera diferente, abriendo nuevas posibilidades para diagnosticar y tratar trastornos neurológicos como la epilepsia.
Este avance no solo tiene implicaciones para el diagnóstico de tumores cerebrales y trastornos neurológicos, sino que también plantea un futuro prometedor en el desarrollo de neurotecnologías avanzadas. Según Liset Menéndez de la Prida, directora del Laboratorio de Circuitos Neuronales del Instituto Cajal, la integración de esta técnica con otras modalidades de registro de actividad cerebral y el uso de inteligencia artificial permitirá identificar nuevos marcadores diagnósticos con alta precisión.
Esto facilitará el desarrollo de nuevas tecnologías biomédicas que podrían mejorar el tratamiento de diversas enfermedades neurológicas y cánceres cerebrales. En resumen, la linterna molecular representa una revolución en la investigación y diagnóstico de patologías cerebrales, con el potencial de transformar el enfoque actual en el tratamiento de estos trastornos.
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