La Corte Suprema de Alabama dictaminó que los embriones congelados pueden ser reconocidos como niños según las leyes estatales, una sentencia que, de acuerdo con detractores, podría tener consecuencias significativas para los tratamientos de fertilidad.
La decisión se dio en el contexto de dos demandas por homicidio involuntario presentadas por tres parejas cuyos embriones congelados resultaron destruidos en un incidente ocurrido en una clínica de fertilidad.
Los magistrados, basándose en una cláusula antiabortista de la Constitución de Alabama, establecida que una ley estatal de 1872, que otorga a los padres el derecho de reclamar por la muerte de un hijo menor de edad, «se aplica a todos los niños no nacidos, independientemente de su ubicación».
«Los niños no nacidos son ‘niños’… sin excepciones basadas en la etapa de desarrollo, la ubicación física o cualquier otra característica complementaria», escribió el juez Jay Mitchell en el fallo mayoritario del tribunal.
Mitchell explicó que en casos anteriores, el tribunal ya había establecido que los fetos fallecidos durante el embarazo están protegidos por la Ley de Homicidio Culposo de un Menor de Alabama, y no hay ninguna exclusión que impida «a los niños extrauterinos de la cobertura de tal ley».
La decisión generó una serie de advertencias sobre las potenciales consecuencias para los tratamientos de fertilidad y la congelación de embriones, que hasta el momento habían sido consideradas como propiedad.
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