Por: Leanlly Pérez- El 22 de enero de 2025, en un ambiente tenso, el Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (Conani) se presentó en la residencia de Mailyn Arianny Martínez, la mujer asesinada a tiros junto a su madre, Marisela Rodríguez, en La Vega.
La entidad estuvo acompañada por un fiscal y un fuerte contingente policial para garantizar la custodia de los tres menores hijos de Martínez, que quedaron huérfanos tras el trágico suceso ocurrido a manos de su expareja, el segundo teniente de la Policía, Juan Luis Jiménez, quien sigue prófugo.
A pesar de la oposición de familiares y amigos de la víctima, que intentaron evitar la separación de los niños de su familia, Conani procedió con el traslado de los menores a un centro de protección.
La decisión se tomó debido a la grave amenaza que representa el hecho de que Jiménez, el autor del asesinato, aún no ha sido capturado y se encuentra armado, lo que pone en riesgo la seguridad de la familia de los menores.
El padre de Mailyn Arianny Martínez, José Luis Marte, expresó su descontento con la medida, argumentando que la Policía debería centrar sus esfuerzos en proteger a los niños y redoblar la búsqueda de Jiménez, quien sigue prófugo.
En medio de este proceso, la situación se tornó aún más dramática cuando una testigo del suceso, Jenny Toribio, relató que los agentes, junto con el fiscal Pedro Veloz, irrumpieron en la residencia de la familia en medio de rezos y procedieron a sacar a los niños, trasladándolos en un vehículo oficial hacia una zona segura.
Cinco días después del asesinato, el teniente de la Policía sigue sin ser detenido, y las familias de las víctimas continúan viviendo en un estado de temor ante la amenaza del fugitivo.
La comunidad sigue consternada por el violento crimen, y el padre de la víctima pide que se garantice la seguridad de los menores y se haga justicia.
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