Por: Leanlly Pérez- El colapso del puente Juscelino Kubitschek, que conecta los estados brasileños de Tocantis y Maranhão, ha dejado un saldo trágico de al menos ocho muertos y nueve desaparecidos.
El incidente ocurrió el domingo pasado cuando la viga central del puente cedió, aparentemente debido al desgaste acumulado tras más de 60 años de uso.
En el momento del colapso, al menos ocho vehículos, incluidos dos camiones cisterna que transportaban ácido sulfúrico y pesticidas, cayeron al río Tocantis, lo que aumentó la complejidad de las labores de rescate.
Las operaciones de búsqueda y rescate se reanudaron tras una pausa de dos días por motivos de seguridad, con el apoyo de un equipo de 29 buzos de cuatro organismos distintos.
Estos expertos han estado recuperando los cuerpos de las víctimas, aunque las condiciones en el agua, que supera los 50 metros de profundidad, dificultan el proceso.
Este jueves, los buzos encontraron dos nuevos cuerpos dentro de una camioneta sumergida, lo que eleva a ocho el número de muertos confirmados hasta el momento.
El colapso también ha generado preocupaciones ambientales debido a los materiales peligrosos que transportaban los camiones cisterna, como ácido sulfúrico y pesticidas.
Aunque se temía un derrame de estas sustancias, las autoridades confirmaron que las cisternas se encontraron intactas y no hay riesgo inmediato para los rescatistas ni para el medio ambiente.
Sin embargo, las autoridades locales han advertido a los residentes sobre el uso del agua del río Tocantis debido a posibles contaminantes, mientras que se siguen evaluando los posibles impactos ecológicos del colapso.
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