El Gobierno chino rechazó este miércoles las «contramedidas» previstas por Taiwán ante la posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos a los semiconductores de la isla, calificándolas como una estrategia para «vender Taiwán a EE.UU.».
Durante una rueda de prensa, la portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado, Zhu Fenglian, advirtió que estas acciones podrían debilitar la industria taiwanesa y perjudicar tanto los intereses como el bienestar de su población.
Las declaraciones de Zhu hacen referencia a un conjunto de medidas que el ministro taiwanés de Asuntos Económicos, J. W. Kuo, adelantó a mediados de noviembre, señalando que su Gobierno ya había diseñado en previsión de un posible triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU.
Ese mismo mes, tras confirmarse la victoria del republicano, el primer ministro de Taiwán, Cho Jung-tai, anunció la formación de un “grupo de trabajo” con el objetivo de fortalecer la cooperación y el compromiso con la nueva administración estadounidense en ámbitos como la economía, la defensa, la tecnología y las relaciones bilaterales.
En su intervención de hoy, Zhu afirmó que “la práctica del unilateralismo y el proteccionismo comercial prueban una vez más que EE.UU siempre pondrá sus intereses primero. Los hechos han demostrado que cuanto más confía el DPP (partido gobernante en Taiwán) en EE.UU., mayor es el daño a la isla de Taiwán”.
«Taiwán nos robó el negocio de los chips. Quieren que los protejamos y quieren protección, pero no nos pagan dinero por la protección. La mafia te hace pagar dinero», manifestó Trump durante su campaña electoral, en la que también propuso imponer aranceles a las empresas que, como la taiwanesa TSMC, están construyendo fábricas de semiconductores en EE.UU.
Este miércoles, TSMC, el principal fabricante de chips a nivel mundial, lleva a cabo por primera vez una reunión de su directiva en Estados Unidos.
Según fuentes del sector citadas por la agencia oficial CNA, es probable que la empresa busque entablar un diálogo con el Gobierno estadounidense para reducir el impacto de dicha medida.
Por otro lado, el Gobierno de Taiwán ha enviado a Washington a la viceministra de Economía, Cynthia Kiang, junto a un alto funcionario de la Administración de Desarrollo Industrial, con el objetivo de conversar con las autoridades estadounidenses y reafirmar que Taiwán nunca ha sustraído chips ni ninguna otra tecnología.
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