En una lluviosa noche parisina, la cantante canadiense Céline Dion hizo una espectacular reaparición durante la apertura de los Juegos Olímpicos de País 2024, al interpretar el «Hymne à l’amour» de Edith Piaf desde lo alto de la Torre Eiffel.
Dion, quien sufre de una rara y grave enfermedad neurológica incurable conocida como síndrome de persona rígida, fue el impresionante cierre de las casi cuatro horas de ceremonia llevada a cabo a lo largo del Sena, justo cuando la llama olímpica se alzaba en un globo aerostático sobre los Jardines de las Tullerías.
Mientras el mundo seguía admirando el impresionante pebetero, una figura plateada apareció inesperadamente en la torre, deslumbrando como una estrella en la estructura de hierro.
La poderosa voz que interpretó la melodía de Piaf permitió identificar a la cantante de «All by Myself» casi antes de que lo captaran las cámaras.
Actuó desde el primer piso de la Dama de Hierro, justo debajo de los anillos olímpicos de París 2024. Aunque su actuación fue corta, cautivó al público, que la premió con una gran ovación.
La cantante de 56 años tuvo que cancelar su gira mundial Courage World Tour en mayo del año pasado debido a serios problemas de salud que afectan su sistema nervioso y le causan espasmos.
Debido a ese síndrome neurológico, la ganadora de dos Oscar y varios Grammy necesita someterse a un riguroso tratamiento para controlar sus músculos, lo que incluye tareas diarias como caminar, y las complicaciones también afectan a sus cuerdas vocales.
En 2021, Dion reveló que padecía SPR, una enfermedad rara y poco investigada. En junio pasado, al estrenar el documental sobre su vida, I Am: Céline Dion, compartió que al cantar siente como si estuviera siendo «estrangulada».
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