Cerca de 50,000 mujeres y niñas fueron asesinadas en 2024 a manos de sus parejas o familiares en todo el mundo, lo que equivale a un promedio de 137 víctimas diarias, de acuerdo con un informe de ONU Mujeres.
Esta cifra representa casi el 60 % de las 83,000 mujeres asesinadas ese año, según el estudio divulgado con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se conmemora este martes.
En cuanto a las regiones, África registró el mayor número de víctimas de feminicidio íntimo o familiar, con aproximadamente 22,600 casos en 2024.
Asia ocupa el segundo lugar, con 17,400 mujeres asesinadas por sus parejas o familiares, seguida de las Américas, con 7,700 casos; Europa, con 2,000; y Oceanía, con 300.
En el caso de Europa, el 64 % de estos asesinatos fueron perpetrados por las parejas de las víctimas, mientras que en las Américas este porcentaje ascendió al 69 %, según el informe elaborado junto a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.
El estudio señala varios factores que impulsan estos crímenes, entre ellos estereotipos que sitúan a las mujeres en una posición de “subordinación” frente a los hombres, así como la discriminación y la desigualdad.
Además, en los feminicidios perpetrados por la pareja de la víctima influyen factores de riesgo como antecedentes de violencia por parte del agresor o una separación “real o próxima”.
Por el contrario, los patrones que conducen a homicidios cometidos por otros familiares son menos conocidos, lo que podría exigir “estrategias de prevención más amplias”.
El informe señala que el mayor acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y a las herramientas digitales ha intensificado la violencia ya existente contra mujeres y niñas, además de generar nuevas modalidades, como los vídeos deepfake.
De este modo, la tecnología puede agravar los patrones de violencia doméstica y ser utilizada para llevar a cabo acciones “que preceden al feminicidio”, como el control coercitivo, la vigilancia o el acoso.
La organización también alerta de que las mujeres con alta visibilidad pública —entre ellas periodistas, políticas o activistas— enfrentan un riesgo aún mayor de sufrir este tipo de agresiones.
Como ejemplo, una de cada cuatro periodistas en el mundo afirma haber recibido por Internet amenazas de violencia física o de muerte.
Prevenir a través de la educación y medidas legales
En este contexto, ONU Mujeres destaca la importancia de prevenir los feminicidios mediante la educación y el desarrollo de habilidades que permitan fomentar relaciones saludables.
Asimismo, plantea la necesidad de avanzar en medidas como la tipificación del feminicidio en las legislaciones nacionales y la incorporación de agravantes cuando los homicidios estén motivados por violencia de género.
De igual forma, subraya la importancia de fortalecer la respuesta del sistema de justicia penal mediante la creación de unidades especializadas en la policía, la fiscalía y los tribunales.
La organización también recomienda a los países impulsar campañas públicas de sensibilización, como “Ni Una Menos” o “Me Too”, y mejorar la recopilación de datos sobre estos crímenes a través de agencias estatales y observatorios de feminicidio.
Como ejemplo, menciona el sistema VioGén del Ministerio del Interior de España, implementado en 2007, que reúne herramientas para evaluar riesgos, realizar seguimiento y ofrecer protección a las víctimas.


