Por: Leanlly Pérez- En Carolina del Sur, Mikal Mahdi, un hombre de 42 años condenado por el asesinato del oficial de policía James Myers en 2004, fue ejecutado por pelotón de fusilamiento.
Esta ejecución marca la segunda vez en los Estados Unidos desde 2010 que se lleva a cabo este método, que fue elegido por el propio reo, al igual que el condenado Brad Sigmon, quien también optó por el fusilamiento en marzo de este año.
Mahdi había sido arrestado por el asesinato de Myers, quien lo descubrió escondido en su cobertizo en el jardín de su casa. Tres días antes, Mahdi también había asesinado a un empleado de tienda.
La ejecución se llevó a cabo a las 6:01 p.m., cuando tres tiradores abrieron fuego contra Mahdi, quien fue declarado muerto a las 6:05 p.m., según reportó el servicio penitenciario de Carolina del Sur.
La ley del estado establece que la silla eléctrica es el método predeterminado para la pena de muerte, pero el reo puede elegir entre el fusilamiento o la inyección letal. En este caso, Mahdi optó por el fusilamiento, convirtiéndose en uno de los dos prisioneros en seleccionar este método en lo que va del año.
Los abogados de Mahdi argumentaron que su infancia estuvo marcada por el abuso y la violencia. A los cuatro años, su madre huyó de su padre abusivo, dejándolo a cargo de un hombre con problemas mentales.
A lo largo de su vida, Mahdi pasó gran parte de su adolescencia y juventud en prisión, acumulando más del 80% de su vida entre rejas entre los 14 y los 21 años.
En este periodo, pasó miles de horas en aislamiento, lo que, según sus defensores, contribuyó a su deterioro emocional y psicológico. Los abogados lo describieron como un hombre profundamente arrepentido, muy distinto del joven confundido y maltratado que cometió los crímenes.
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