Por: Leanlly Pérez- Blake Lively presentó una demanda federal contra Justin Baldoni, director de la película It Ends With Us, y otras personas asociadas con la producción, acusándolos de acoso y de llevar a cabo una campaña coordinada para difamarla y silenciarla tras haber denunciado el trato que recibió en el set de filmación. La demanda, presentada en Nueva York, fue presentada el 2 de enero, justo después de que Baldoni y otros involucrados en la producción de la película demandaran al New York Times por difamación en relación con un artículo sobre las denuncias de Lively.
En su demanda, Lively sostiene que Baldoni, la productora Wayfarer Studios y otros miembros del equipo de la película participaron en un «plan de represalia cuidadosamente elaborado» para dañar su reputación después de una reunión en la que ella y su esposo, el actor Ryan Reynolds, abordaron las quejas sobre el «acoso sexual repetido y otros comportamientos perturbadores» por parte de Baldoni y el productor Jamey Heath. Según Lively, el plan para desacreditarla incluyó una serie de acciones, como sembrar teorías en foros en línea, lanzar una campaña en redes sociales y difundir noticias falsas que la atacaban.
La actriz detalló en la demanda que Baldoni y Heath hicieron comentarios inapropiados sobre sus cuerpos y su vida personal durante el rodaje de la película, incluidos comentarios sobre su apariencia física y experiencias sexuales personales. Además, ambos intentaron presionar a Lively para que hablara sobre su vida íntima, algo que ella consideró un comportamiento inapropiado y una forma de acoso.
A raíz de la denuncia de Lively, la controversia se ha expandido en Hollywood, generando un debate sobre el trato hacia las actrices en los sets de filmación y en los medios de comunicación. La demanda de Lively ha atraído la atención debido a la importancia del tema en la industria del cine, especialmente en un contexto donde las mujeres han estado luchando por mejores condiciones laborales y por un trato más respetuoso en la industria.
La denuncia de Lively también es relevante en el contexto del éxito inesperado de It Ends With Us, una adaptación cinematográfica de la novela superventas de Colleen Hoover. A pesar del éxito en taquilla, el lanzamiento de la película estuvo marcado por rumores de discordia entre Lively y Baldoni, con especulaciones sobre cómo ambos manejaban la promoción de la película. Baldoni se mantuvo en un perfil bajo, mientras que Lively, acompañada de Reynolds, lideró la gira de prensa.
La demanda de Baldoni y otros demandantes contra el New York Times acusa al periódico de difamación, argumentando que se basaron en la versión de Lively sin verificar adecuadamente los hechos. El Times, por su parte, defendió su reportaje, alegando que la historia fue redactada de manera responsable y basada en documentos y testimonios detallados que respaldaban las alegaciones de la actriz.
En este contexto, el abogado de Baldoni ha calificado las acusaciones de Lively como «completamente falsas, escandalosas e intencionadamente subidas de tono». La demanda de difamación presentada por Baldoni y otros busca al menos 250 millones de dólares en daños y argumenta que el New York Times favoreció a Lively, sin considerar pruebas que contradecían sus afirmaciones.
Este enfrentamiento legal subraya las tensiones que existen en Hollywood sobre la forma en que las mujeres son tratadas en la industria cinematográfica y cómo las dinámicas de poder pueden influir en la manera en que se resuelven los conflictos. La disputa también pone de relieve la influencia de los medios de comunicación en la creación de narrativas públicas y cómo los actores, directores y otros profesionales de la industria deben navegar entre las acusaciones y la percepción pública.
Por ahora, el caso sigue en desarrollo y podría tener implicaciones importantes sobre el trato de las mujeres en Hollywood y el poder de los medios de comunicación en la construcción de la imagen pública de figuras de alto perfil.
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