Por: Leanlly Pérez- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha implementado una prohibición a las nuevas perforaciones de petróleo y gas en una vasta área de aguas costeras, extendiéndose a lo largo de la costa del Atlántico, el Golfo de México, las costas del Pacífico frente a California, Oregón y Washington, así como una porción del Mar de Bering, frente a Alaska.
Esta medida, que protege más de 253 millones de hectáreas (670 millones de acres) de aguas marinas, fue anunciada en un comunicado de la Casa Blanca el lunes, y se produce justo antes de que Donald Trump, quien ha sido un firme defensor de aumentar la producción de combustibles fósiles, regrese a la Casa Blanca.
Biden argumentó que esta acción era esencial dado el continuo impacto de la crisis climática, que amenaza a comunidades de todo el país. Además, destacó que se encontraba en un momento crítico de transición hacia una economía de energía limpia, lo que hace necesaria la protección de estas áreas costeras para las generaciones futuras.
“Es el momento de proteger estas costas para nuestros hijos y nietos”, afirmó el presidente en su comunicado. Biden agregó que el potencial de combustibles fósiles en las áreas afectadas es relativamente bajo y que los riesgos ambientales, de salud pública y económicos derivados de nuevas perforaciones no justifican su explotación.
Esta prohibición, que no tiene una fecha de finalización definida, se basó en la Ley de Tierras de la Plataforma Continental Exterior de 1953, que otorga al gobierno federal la autoridad para regular la explotación de recursos marítimos.
Sin embargo, la ley no establece con claridad si los presidentes pueden revertir unilateralmente una prohibición de perforación sin la intervención del Congreso, lo que ha generado incertidumbre sobre la posibilidad de que Trump revierta esta decisión. De hecho, el propio Trump ha prometido anularla tan pronto como asuma la presidencia, calificando la prohibición de “ridícula” y asegurando que levantará la medida “inmediatamente”.
La decisión de Biden se produce en un contexto en el que la oposición republicana, incluidos algunos de sus miembros, han criticado duramente la política energética del presidente, señalando que estas restricciones perjudicarían la producción nacional de energía y aumentarían los costos de combustibles, como la gasolina.
Por su parte, las organizaciones medioambientales han acogido con entusiasmo la medida, calificándola como una “victoria oceánica épica” y destacando que las comunidades costeras ahora están protegidas para las generaciones futuras.
La Casa Blanca también subrayó que con esta acción, Biden ha logrado conservar más de 670 millones de acres de tierras y aguas en Estados Unidos, un récord histórico, lo que resalta su compromiso con la protección del medio ambiente.
Esta prohibición de la explotación es parte de una serie de acciones climáticas impulsadas por la administración Biden en sus últimos días en el poder, como una forma de consolidar su legado en la lucha contra el cambio climático antes de la llegada de Trump, quien ha expresado su intención de revertir muchas de las políticas medioambientales implementadas durante la administración actual.
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