Al menos nueve personas, incluyendo un niño de tres años y miembros del personal, fueron secuestradas por miembros de bandas armadas en el orfanato Sainte-Hélène, ubicado en Kenscoff, a las afueras de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
El ataque ocurrió en uno de los pocos centros de acogida que aún funcionaban con cierta estabilidad en la zona, gestionado por la organización Nos Petits Frères et Sœurs, y que actualmente alberga a unos 270 niños, muchos de ellos en situación de alta vulnerabilidad.
Según informó el alcalde de Kenscoff, Jean Massillon, los atacantes ingresaron al orfanato sin realizar disparos.
«Secuestraron al personal presente en el lugar y se marcharon con los rehenes en condiciones que aún no están claras», explicó.
Entre las personas secuestradas se encuentra la responsable del área que atiende a niños con movilidad reducida, lo que ha causado profunda preocupación entre trabajadores sociales y miembros de la comunidad.
El hecho ha provocado indignación en la localidad y ha vuelto a poner en el centro de atención la creciente ola de inseguridad en Kenscoff, una zona que hasta hace poco era considerada una de las más seguras del país.
Sin embargo, desde principios de 2025, el municipio ha sido objeto de repetidos ataques por parte de bandas criminales, sin una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
«El nivel de violencia e impunidad con que actúan estas bandas es inaceptable», expresó Massillon, quien instó al gobierno a asumir el control de los territorios ocupados y garantizar la seguridad de los residentes.
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