El Gobierno de Bahamas implementó medidas para resguardar las fronteras del país en respuesta a la grave crisis en Haití, especialmente después de que las dos principales cárceles del país vecino quedaran vacías tras ataques armados de bandas hace quince días.
En una emisión radial, el primer ministro de Bahamas, Phillip Davis, comunicó que grupos armados han perpetrado ataques contra infraestructuras esenciales en Haití, como los aeropuertos y puertos marítimos, indicando además que «se ha producido un colapso de la ley y el orden en muchas zonas del país, y está desencadenando una grave crisis humanitaria».
El mandatario también reconoció la preocupación de los ciudadanos de Bahamas por los afectados inocentes de esta violencia, sin embargo, afirmó que «por desgracia, no hay soluciones simples o fáciles para Haití, y el desorden y la inestabilidad del país plantean un reto de seguridad para toda la región».
Davis declaró que en Bahamas es vital realizar patrullajes costeros para salvaguardar las fronteras nacionales y que, desde que asumió el cargo hace dos años y medio, su gobierno ha efectuado inversiones significativas en la Real Fuerza de Defensa de Bahamas (RBDF).
«Ahora estamos desplegando importantes medios de la RBDF para establecer una operación de bloqueo en el sur de Bahamas, que incluye buques de superficie, aviones y 120 efectivos de la RBDF altamente capacitados. Las operaciones se centrarán en la costa norte de Haití, el canal de ‘Old Bahama’ y el paso de Barlovento», explicó.
El Gobierno de Haití extendió una vez más el toque de queda en el departamento de Oeste, que incluye la capital, Puerto Príncipe, así como el estado de emergencia, debido a los altos niveles de violencia presentes, hasta el próximo miércoles.
Desde finales de febrero, la violencia ha aumentado significativamente en Haití, especialmente en el área metropolitana de Puerto Príncipe, donde las poderosas bandas armadas ejercen gran control e infunden temor entre la población.
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