Por: Leanlly Pérez- El coronel Porfirio Cedeño, comandante del Grupo de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), fue asesinado a tiros el pasado viernes cerca de la penitenciaría de Guayaquil, en un ataque llevado a cabo por sicarios.
Cedeño, quien estaba a cargo de operativos contra el narcotráfico y las mafias de sicarios y extorsionadores, fue interceptado por los pistoleros mientras se trasladaba a una ceremonia en la ciudad de Manta, ubicada al norte de Guayaquil.
Los sicarios dispararon al menos 20 veces, alcanzando al coronel cuando se encontraba a unos 200 metros de la penitenciaría.
El vehículo en el que viajaba Cedeño, una camioneta gris, recibió múltiples impactos de bala, mientras que el conductor resultó herido en la pierna y fue trasladado a un hospital.
Este asesinato resalta la creciente violencia en Ecuador, un país que enfrenta un grave problema de crimen organizado, particularmente relacionado con el narcotráfico.
La zona de Guayaquil y sus alrededores, incluyendo la localidad de Durán, han sido puntos calientes de violencia debido al control de las rutas de cocaína que transitan hacia Estados Unidos y Europa.
En 2024, las fuerzas de seguridad ecuatorianas lograron decomisar un récord de 294 toneladas de droga, mayoritariamente cocaína.
Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, la violencia sigue en aumento, con bandas enfrentándose brutalmente por el control del negocio.
La Presidencia de Ecuador, a través de un comunicado, condenó el asesinato y destacó el estado de guerra en el que el país está sumido debido a la violencia del crimen organizado.
El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, expresó su indignación y llamó a los militares a tomar medidas decisivas para poner fin al terror, haciendo un llamado a un «grito de guerra» contra los criminales.
El gobierno de Ecuador ha declarado el estado de excepción en varias áreas del país, permitiendo el despliegue de la fuerza pública en las calles y en las cárceles.
Tú que opina de este post