Por: Leanlly Pérez- Sterling Williams, un empleado de mantenimiento de 33 años del Centro de Justicia de la Parroquia de Orleans, en Nueva Orleans (Luisiana), fue arrestado y acusado de colaborar en la fuga de diez reclusos el pasado viernes, en lo que ha sido calificado como la mayor fuga carcelaria en la historia del estado.
Según las autoridades, Williams admitió que uno de los internos le pidió que cerrara el suministro de agua de su celda, y en lugar de reportarlo, accedió a su solicitud. Esta acción facilitó que los reos escaparan a través de un agujero ubicado detrás del inodoro.
La fuga ocurrió a la medianoche y fue ejecutada por diez presos de entre 20 y 42 años, condenados por delitos graves como asesinato y agresión con armas de fuego.
Hasta el momento, cuatro han sido recapturados y seis continúan prófugos, presuntamente armados y peligrosos.
Las cámaras de seguridad registraron cómo los fugitivos, algunos vestidos con uniformes naranjas y otros de blanco, salieron del penal, escalaron una cerca usando mantas para evitar las púas, y se dispersaron por una autopista cercana. Antes de huir, escribieron en la pared encima del agujero: “Demasiado fácil, jaja”.
El fiscal general de Luisiana, Liz Murrill, aseguró que toda persona que haya colaborado con la fuga será procesada, y calificó el hecho como grave y preocupante.
Por su parte, el fiscal del distrito de Orleans, Jason Williams, lo describió como “absurdamente peligroso” y advirtió que nunca debió haber ocurrido. Además, otros tres empleados de la cárcel fueron suspendidos mientras avanza la investigación.
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