El movimiento global Amnistía Internacional denunció que la violencia de las bandas sigue siendo la gran protagonista de Haití y durante el 2022 obligó a miles de personas a desplazarse, en medio de una impunidad “crónica” frente a las masacres, las violaciones y los secuestros.
Según datos recogidos por Amnistía, entre enero y finales de junio, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos documentó 934 homicidios, 684 lesiones y 680 secuestros en Puerto Príncipe.
Precisa que en julio del pasado año, en tan sólo 5 días, al menos 234 personas resultaron muertas o heridas en actos de violencia relacionada con las bandas en la zona de Cité Soleil.
Específicamente, a finales de abril se produjo una disputa territorial entre bandas que causó la muerte de 188 personas, con formas extremas de violencia como degüellos, desmembramientos y quema de cadáveres, asesinatos de menores acusados de servir de informantes a grupos rivales y uso de la violencia sexual, incluida la violación masiva de niños, para infundir miedo y ampliar las zonas bajo su control.
Mientras que en septiembre, la ONU ordenó la evacuación de su personal no especial, y un mes después, luego de que se supiera que las bandas bloqueaban el acceso al combustible, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó un régimen de sanciones dirigidas contra sus líderes.
A todo eso se sumó la escasez de alimentos, hasta el punto de que 4,5 millones de personas (sobre una población de 11 millones) no disponían de comida suficiente.
Amnistía también expuso que las autoridades estadounidenses sometieron a los solicitantes de asilo haitianos a «detención arbitraria y malos tratos humillantes y discriminatorios», como falta de acceso a una alimentación suficiente y atención sanitaria.
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