El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos, Volker Türk, expresó este sábado su preocupación por el significativo «aumento del odio» a nivel global, manifestado en formas como el antisemitismo y la islamofobia, así como por las limitaciones al ejercicio del derecho a la protesta pacífica como consecuencia del conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás.
En un comunicado, Türk señaló que una de las consecuencias de esta crisis es la «la deshumanización tanto de palestinos como de judíos», así como el notorio incremento de la incitación al odio, la violencia y la discriminación, un fenómeno no se restringe a Oriente Medio, sino que se ha propagado a otras partes del mundo a través del uso de las redes sociales.
«Desde América y Asia hasta Europa y África, se ha multiplicado el acoso islamófobo y antisemita. Se han pintarrajeado casas y edificios religiosos con símbolos amenazantes, junto con otras imágenes y mensajes destinados a atemorizar y provocar el odio», manifestó.
Türk externó su pesar por el hecho de que incluso líderes políticos han recurrido a «una retórica inflamatoria, tóxica y cargada de odio».
Destacó en que la legislación internacional de derechos humanos es contundente al respecto: «Toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia está prohibida».
Además, Volker Türk criticó que en algunos países se haya limitado el derecho a la protesta pacífica argumentando riesgos para la seguridad nacional, como la incitación al odio y la exaltación del terrorismo.
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