Por: Leanlly Pérez- La tensión geopolítica en el Caribe continúa en ascenso mientras Estados Unidos intensifica su presencia militar en la región y refuerza su cooperación estratégica con República Dominicana, país que la Casa Blanca considera hoy un “aliado pivote” para sus operaciones de seguridad y control marítimo.
En medio de este escenario, marcado por la presión internacional hacia Venezuela y las crecientes actividades ilícitas que operan desde Sudamérica, Washington ha fortalecido sus acuerdos de inteligencia con Santo Domingo, al tiempo que despliega importantes activos militares en aguas caribeñas.
Mayor presencia militar en la región
El incremento de operaciones estadounidenses incluye el despliegue del portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, junto a su grupo de ataque con buques de escolta, aeronaves de vigilancia y unidades de fuerzas especiales. Según autoridades norteamericanas, estas maniobras buscan “detectar, vigilar e interrumpir actividades ilícitas” en el Caribe, principalmente relacionadas con narcotráfico y tráfico de armas.
Paralelamente, ambos países renovaron un memorando de entendimiento para fortalecer el intercambio de datos y vigilancia en espacios aéreos, marítimos y terrestres. El acuerdo contempla la expansión del Sistema Cooperativo de Integración de Información Situacional (CSII), que integra radares y sensores compartidos para coordinar operaciones conjuntas.
La nueva embajadora de Estados Unidos, Leah Campos, ha sido enfática al señalar que República Dominicana se ha convertido en un aliado indispensable para la seguridad regional.


