Una potente explosión registrada este viernes en una estación de servicio del barrio Prenestino, al sureste de Roma, dejó al menos 27 personas heridas, entre ellas once integrantes de los servicios de seguridad y emergencia.
El estallido tuvo lugar poco después de las 8:00 a.m. (hora local) durante una maniobra de descarga de gas licuado de petróleo (GLP), en medio de circunstancias que aún están bajo investigación.
Según los primeros reportes, el conductor del camión cisterna detectó una fuga y alertó a los bomberos; sin embargo, mientras los equipos de emergencia intervenían en la zona, se produjo una fuerte explosión, seguida de varias detonaciones secundarias.
La onda expansiva alcanzó buena parte de la ciudad de Roma, provocando escenas de pánico entre los habitantes del sector. Fragmentos y escombros fueron lanzados a más de 300 metros del lugar del estallido, se rompieron ventanas y un incendio afectó también a un depósito de vehículos cercano.
«Expreso mi cercanía a todos los heridos, incluidos los agentes del orden, los bomberos y el personal sanitario, y hago llegar mi más sincero agradecimiento a quienes participaron en las operaciones de rescate y seguridad», dijo la primera ministra Giorgia Meloni en su cuenta de X.
Al menos cinco de los heridos fueron llevados a distintos hospitales. Tres de ellos, que presentaban fracturas, fueron ingresados al Hospital Sant’Eugenio bajo códigos de emergencia naranja y rojo. Por otro lado, dos personas con quemaduras de gravedad fueron trasladadas desde diferentes centros médicos a la Unidad de Quemados Mayores.
Uno de los heridos de mayor gravedad fue rescatado por agentes de la policía mientras se encontraba atrapado dentro de un vehículo en llamas, junto a la estación de servicio. El otro permanece en condición crítica debido a la inhalación de gases tóxicos.
La explosión tuvo lugar en las inmediaciones del polideportivo Villa De Sanctis, donde se desarrollaba un campamento de verano. Afortunadamente, los organizadores habían evacuado a los ocho niños que se encontraban allí unos 30 minutos antes de la detonación, al percatarse de que salía humo de la estación de servicio.
«Si hubiera ocurrido una hora más tarde, habría sido una masacre. Habrían estado los 60 niños del centro de verano, nosotros los responsables y 120 personas con reserva en la piscina. El centro deportivo está dañado, parece un campo de batalla», afirmó Fabio Balzani, presidente del polideportivo.
Como medida de precaución, las autoridades evacuaron dos edificios residenciales cercanos y procedieron al cierre de una estación del metro en la zona.
Al menos diez unidades de bomberos fueron desplegadas y continúan trabajando para sofocar los focos de incendio restantes.
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