El avión se incendió tras el accidente, provocando un gigantesco fuego que fue captado en videos difundidos por medios rusos.
Imágenes adicionales mostraron el fuselaje parcialmente calcinado y la parte delantera completamente destruida. Inmediatamente después del siniestro, el Ministerio de Situaciones de Emergencia de Kazajistán desplegó 150 rescatistas para atender la emergencia.
Según las primeras investigaciones, el avión realizó un aterrizaje de emergencia a unos tres kilómetros de Aktau.
Entre las personas a bordo se encontraban 62 pasajeros y cinco miembros de la tripulación, incluidos 37 ciudadanos azerbaiyanos, seis kazajos, tres kirguises y 16 rusos.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, expresó sus condolencias a las familias de las víctimas.
Aunque inicialmente Azerbaijan Airlines atribuyó el accidente a una posible colisión con una bandada de pájaros, posteriormente retiró esta información.
En paralelo, el Ministerio del Interior de Kazajistán abrió una investigación por violaciones a las normas de seguridad y operación del transporte aéreo.
En un comunicado, el Ministerio de Salud de Kazajistán mencionó una posible explosión de un globo a bordo de la aeronave, sin dar más detalles al respecto.
Las autoridades continúan examinando todas las hipótesis y realizando pericias para determinar las causas exactas del siniestro.
