Los jefes de Defensa de Tailandia y Camboya firmaron este sábado un acuerdo de alto el fuego con aplicación inmediata en su frontera compartida, escenario de enfrentamientos armados desde el pasado 7 de diciembre, los cuales han provocado alrededor de un centenar de fallecidos y casi 700,000 personas desplazadas.
«Las partes acordaron un inmediato cese al fuego a las 12 hora local (5:00 GMT), que incluya (el fin) de los ataques contra civiles, infraestructuras y objetivos militares en los dos lados de la línea divisoria», de aproximadamente 820 kilómetros, señala el comunicado conjunto difundido inicialmente por el Gobierno de Camboya.
Ambas fuerzas militares acordaron abstenerse de realizar acciones provocadoras, como el movimiento de tropas en las áreas fronterizas que han sido foco de la histórica disputa territorial, y se comprometieron además a asegurar el regreso seguro de las personas desplazadas.
En ese contexto, ambas partes acordaron tratar, mediante mecanismos bilaterales, la controvertida delimitación en las zonas fronterizas, un tema por el cual Camboya ha recurrido a instancias internacionales, lo que ha generado malestar en Tailandia.
De igual forma, las fuerzas militares se comprometieron a colaborar de manera conjunta en la remoción de minas antipersona, una de las principales demandas de Bangkok, que acusa a Nom Pen de haber colocado nuevos explosivos responsables de heridas, algunas mortales, a varios soldados en los últimos dos meses.
Entre los compromisos asumidos, ambos países asiáticos acordaron no aumentar el despliegue de tropas en la zona fronteriza, evitar la difusión de información falsa o sesgada sobre el conflicto y cooperar en la lucha contra el tráfico de personas y las estafas digitales en la frontera.
El documento fue suscrito por los generales Tea Seiha y Nattaphon Narkphanit, ministros de Defensa de Camboya y Tailandia, respectivamente, y define además el papel que desempeñarán representantes de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) como observadores del alto el fuego.
Durante una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio de Defensa de Tailandia confirmó que los 18 soldados camboyanos detenidos en junio, tras cinco días de choques en la frontera que dejaron alrededor de medio centenar de muertos, «serán liberados cuando cese la hostilidad, de acuerdo con las normas y prácticas internacionales».
Hasta el viernes, de acuerdo con cifras oficiales, al menos 43 civiles y 24 militares habían fallecido en Tailandia, mientras que en Camboya se reportaban 31 civiles muertos, sin que las autoridades hayan confirmado bajas militares, pese a reportes que señalan la muerte de decenas de soldados.


