Por: Leanlly Pérez- Un hallazgo científico sin precedentes fue documentado en la República Dominicana, donde investigadores descubrieron nidos fósiles de abejas construidos dentro de las mandíbulas de mamíferos prehistóricos, un comportamiento nunca antes registrado en el registro fósil.
El descubrimiento fue publicado en la revista Royal Society Open Science y estuvo a cargo de científicos del Museo Field de Chicago y el Museo de Historia Natural de Florida. El estudio fue liderado por el paleontólogo Lázaro Viñola López.
Las evidencias fueron encontradas en una cueva ubicada en el sur del país, que hace unos 20,000 años habría sido habitada por lechuzas gigantes. Estas aves llevaban a la cueva a sus presas —principalmente roedores conocidos como hutías— cuyos restos óseos quedaron en el suelo hasta fosilizarse con el paso del tiempo.
Los científicos identificaron mandíbulas fósiles cuyos alvéolos dentales presentaban un revestimiento liso, distinto a la textura natural del hueso. Tras análisis detallados, incluyendo tomografías computarizadas en 3D, se confirmó que esas cavidades contenían sedimentos compactados propios de nidos de abejas prehistóricas, incluso con restos de polen antiguo utilizado para alimentar a las crías.
Aunque no se hallaron abejas fosilizadas —debido a las condiciones de calor y humedad de la cueva—, los investigadores lograron clasificar los nidos como una nueva especie fósil, denominada Osnidum almontei, en honor al científico Juan Almonte Milan, quien descubrió la cueva.
El estudio sugiere que la falta de suelo vegetal en el exterior, unido a la abundancia de sedimentos dentro de la cueva, habría llevado a las abejas a adaptarse y utilizar restos fósiles como refugio. Los alvéolos dentales, al quedar expuestos tras la pérdida de los dientes, ofrecían un espacio ideal para la construcción de los nidos.


