Por: Leanlly Pérez- El papa León XIV llegó ayer al Líbano con el propósito de convertirse en un “mensajero de paz” en medio de un Medio Oriente marcado por recientes conflictos, incluida una ofensiva israelí en el sur de Beirut ocurrida hace pocos días.
A su llegada, miles de personas se volcaron a las calles con banderas libanesas y vaticanas para recibirlo, mientras otros esperaban dentro del palacio presidencial, protegidos por impermeables bajo un cielo gris.
El Líbano, país que reconoce oficialmente 18 comunidades religiosas —entre ellas 12 cristianas—, recibirá al pontífice en una serie de reuniones privadas con líderes cristianos, musulmanes y drusos. Desde el palacio de Baabda, bajo un mensaje que decía “Benditos sean los pacificadores”, el papa León XIV pidió a los libaneses permanecer en su tierra pese al creciente éxodo provocado por la incertidumbre, la violencia y la crisis económica. Recordó que construir la paz requiere “tenacidad y perseverancia”.
Durante su primera conferencia de prensa en vuelo, el papa reiteró el respaldo de la Santa Sede a la solución de dos Estados como vía para resolver el conflicto palestino-israelí, afirmando que es el único camino para alcanzar una paz justa y duradera. También expresó el deseo de que la Iglesia pueda servir como “voz mediadora” entre ambas partes.
En el último día de su visita, el papa León XIV rezará en el puerto de Beirut, donde en 2020 una explosión dejó más de 200 muertos y miles de heridos. Tras este acto de homenaje, el pontífice partirá hacia Roma, cerrando una visita que busca fortalecer la unidad nacional y brindar apoyo a la comunidad cristiana del país.