El gobierno de Estados Unidos informó que pondrá fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) que protege de la deportación a más de 350,000 haitianos en febrero de 2026, argumentando que las condiciones han cambiado, pese a que Washington mantiene prohibidos los viajes desde Haití por la violencia.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicó la nueva directriz en el Registro Federal después de que la secretaria Kristi Noem determinara que «Haití ya no cumple con los requerimientos estatutarios para el TPS».
La medida, que entrará en vigor el 3 de febrero, se fundamenta en una revisión del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), junto con otras agencias gubernamentales, y en un análisis que concluye que permitir que los haitianos permanezcan temporalmente en Estados Unidos ya no es compatible con el interés nacional.
Por esta razón, el DHS informó a los haitianos con TPS que «deben prepararse para salir» del país si no cuentan con otra base legal para permanecer, y les sugirió usar la aplicación ‘CBP Home’ para solicitar su «autodeportación» y recibir un bono prometido de 1.000 dólares.
Se trata de un nuevo intento de la Administración del presidente Donald Trump por eliminar la protección para los haitianos, luego de que un juez federal bloqueó en septiembre una orden similar que buscaba revocar el TPS para más de un millón de inmigrantes de Venezuela y Haití.
La Casa Blanca mantiene que las condiciones en Haití han cambiado, a pesar de que Trump impuso en junio una prohibición total de viajes desde ese país, citando «la falta de una autoridad central con suficiente disponibilidad y distribución de información necesaria de aplicación de la ley».
Mientras tanto, el Departamento de Estado aconseja «no viajar a Haití por ninguna razón», debido a secuestros, crímenes, terrorismo, disturbios civiles y problemas sanitarios.
La crisis en Haití persiste: no hay presidente electo y la violencia de las pandillas ha aumentado desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, con más de 4.300 homicidios en los primeros tres trimestres de 2025 y 1,4 millones de personas desplazadas por la violencia, según la ONU.
«Haití está en crisis: violencia de las pandillas, extrema pobreza, inestabilidad. Es impensable mandar a haitianos beneficiarios del TPS a un peligro tan claro», denunció en X la congresista demócrata Debbie Wasserman Schultz de Florida, hogar de la mayor diáspora de dicho país en EE.UU. EFE


