El gobierno de la República Dominicana autorizó temporalmente el uso de zonas restringidas de la Base Aérea de San Isidro y del Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA) para que Estados Unidos pueda llevar a cabo operaciones logísticas en su combate contra el narcotráfico.
Así lo anunció el presidente de la República, Luis Abinader, tras reunirse con el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, en el Palacio Nacional.
Abinader aclaró que la disposición facilitará a las aeronaves de Estados Unidos el reabastecimiento de combustible, así como el traslado de equipos y personal técnico.
Las operaciones de Estados Unidos en el país estarán bajo la vigilancia del Ministerio de Defensa y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Abinader indicó que esta colaboración se basa en el Acuerdo de Interdicción Marítima y Aérea, firmado en 1995 por el expresidente Joaquín Balaguer y ampliado en 2003.
El presidente destacó que su alcance es «técnico, limitado y temporal», y que todas las acciones deberán contar con la autorización y supervisión de las autoridades dominicanas.
«El propósito es claro: fortalecer el anillo de protección aérea y marítima que mantienen nuestras Fuerzas Armadas. Un refuerzo decisivo para impedir la entrada de narcóticos y golpear con mayor contundencia al crimen organizado transnacional», afirmó.
Por su parte, el secretario de Defensa de Estados Unidos expresó su gratitud al gobierno dominicano y aseguró que la misión estadounidense se llevará a cabo «siempre respetando la soberanía y la leyes» del país.
«Es una iniciativa conjunta entre nuestros países contra el narcotráfico y el narcoterrorismo. Creo que es un modelo para la región, un modelo que esperamos ampliar con otros países que quieren asociarse con nosotros para garantizar que los narcoterroristas que han aterrorizado a nuestras organizaciones, a nuestros países, que ellos reciban este mensaje, que nos estamos asociando con más países, con más elementos para detenerlos», dijo Hegseth.


