China expresó su rechazo a lo que calificó como “injerencia de fuerzas externas en los asuntos internos de Venezuela”, en un contexto marcado por el aumento de la presión ejercida por el Gobierno de Donald Trump sobre ese país sudamericano.
La portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, afirmó que China “apoya firmemente la declaración de 2014 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que declara a América Latina y el Caribe ‘zona de paz’”.
Mao enfatizó que Pekín “se opone a cualquier acción que viole la Carta y los principios de las Naciones Unidas e infrinja la soberanía y la seguridad de otros países”.
“Esperamos que Estados Unidos lleve a cabo una cooperación judicial y policial normal dentro de los marcos jurídicos bilaterales y multilaterales”, añadió la vocera, al tiempo que instaba a Washington a “intensificar sus esfuerzos para promover la paz y la estabilidad en América Latina y el Caribe”.
El secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, anunció recientemente la Operación Lanza del Sur, destinada a combatir el narcotráfico proveniente de Latinoamérica.
Esta iniciativa se desarrolla en medio de la creciente tensión entre Venezuela y Estados Unidos por el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, el cual Caracas considera una amenaza orientada a impulsar un cambio de gobierno.
Desde septiembre, Estados Unidos ha destruido más de veinte embarcaciones supuestamente vinculadas al tráfico de drogas en el Caribe y el Pacífico, operaciones en las que más de setenta personas han muerto de manera extrajudicial.
Además, el portaaviones USS Gerald R. Ford, el buque más grande del Pentágono, ingresó en aguas del Caribe con la misión de “combatir amenazas transnacionales”, coincidiendo con el incremento del conflicto diplomático entre Washington y Venezuela.


