El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, rechazó este jueves que su país participe en algún «acto hostil contra Venezuela«, y aclaró que el entrenamiento de militares estadounidenses en territorio panameño se enmarca en acuerdos bilaterales de cooperación con Estados Unidos.
«Con relación a lo de Venezuela, nosotros no tenemos nada que ver con eso, ni Panamá está prestando su territorio para ningún tipo de acto hostil contra Venezuela, ni contra ningún otro país del mundo», dijo Mulino durante su conferencia de prensa semanal.
El mandatario ofreció esta respuesta ante la pregunta de una periodista sobre si la presencia de tropas estadounidenses en Panamá, destinadas a realizar entrenamientos en la selva, estaba relacionada con el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, que ha generado especulaciones acerca de una posible intervención en Venezuela.
«Son dos temas distintos (…) no tiene que ver una cosa con la otra», afirmó Mulino, al explicar que «los ejercicios que se convienen hacer con unidades militares de Estados Unidos» en territorio panameño responden a «un protocolo que se autoriza por parte del Ministerio de Seguridad no solamente en el Darién (…) que es un lugar apto, muy idóneo para ese tipo de entrenamiento».
Mulino recordó también que Panamá funciona regularmente como sede de ejercicios militares multinacionales, como el Panamax, en el que participan fuerzas de seguridad provenientes de diversos países.
«Y esté el Canal (interoceánico) de por medio, que es una entidad que hay que salvaguardar integralmente todas las fuerzas policiales y militares del mundo», añadió.
Estados Unidos mantiene desde agosto pasado un inusual despliegue militar en el Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico.
Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro sostiene que esta operación representa una «amenaza» orientada a promover un cambio de régimen en Venezuela.
De acuerdo con la Armada estadounidense, el USS Gerald R. Ford, el portaaviones más grande del Pentágono, junto con su grupo de ataque, compuesto por más de cuatro mil marineros y decenas de aeronaves tácticas, arribó a Latinoamérica el pasado martes.
Los ejercicios conjuntos entre Estados Unidos y Panamá —país que carece de Ejército desde 1990— se realizan con frecuencia desde la invasión estadounidense de 1989, y se han intensificado tras la renovación en abril pasado de la cooperación bilateral mediante un memorando de entendimiento.
Este acuerdo generó inicialmente cierta controversia en Panamá, ya que contempla una mayor presencia militar estadounidense temporal y rotativa.


