El dictador alemán Adolf Hitler habría sufrido el síndrome de Kallmann, un trastorno genético que impide el desarrollo normal de la pubertad y de los órganos sexuales, según revelan análisis de ADN presentados en un documental del Canal 4 de la televisión británica.
De acuerdo con el programa —que se emitirá este sábado, aunque algunos detalles ya fueron adelantados—, la investigación estuvo encabezada por la genetista Turi King, reconocida especialista que en 2012 identificó los restos del rey Ricardo III (monarca de Inglaterra entre 1483 y 1485).
El estudio del ADN de Hitler se realizó a partir de un fragmento de tela con sangre procedente del sofá donde el líder nazi se suicidó, según explica el documental, titulado “ADN de Hitler: Proyecto de un dictador”.
En mayo de 1945, cuando los soldados aliados inspeccionaron el refugio de Adolf Hitler en Berlín, uno de ellos tomó como recuerdo un fragmento de la tela del sofá donde el dictador se había quitado la vida. Ese trozo ha sido ahora analizado en detalle para secuenciar el ADN del líder nazi (1889-1945).
El descubrimiento del síndrome de Kallmann coincide con los registros médicos hallados en 2010 por investigadores alemanes en la prisión de Landsberg, donde Hitler estuvo recluido en 1923. Dichos documentos indican que un médico certificó que el dictador padecía criptorquidia derecha, es decir, un descenso incompleto de uno de los testículos.
De acuerdo con los especialistas, alrededor del 10 % de las personas que padecen el síndrome de Kallmann también presentan micropene, y entre los síntomas más comunes se encuentran los niveles bajos o variables de testosterona.
El documental profundiza en el desarrollo sexual de Hitler, analiza su origen genético y plantea interrogantes sobre su estado psicológico.
«Si hubiera visto sus propios resultados genéticos, casi con toda seguridad se habría condenado a sí mismo a las cámaras de gas», aseguró King en el documental.
En otro pasaje, Turi King destaca que Hitler no tenía ascendencia judía, desmintiendo así las especulaciones que circularon en el pasado.
La genetista aceptó participar en el estudio luego de que varios laboratorios rechazaran involucrarse, considerando además que en la actualidad es posible analizar ADN histórico que data incluso de la época romana.
«Lo pensé muchísimo, pero se hará en algún momento y queríamos asegurarnos de que se hiciera de forma extremadamente metódica y rigurosa», indicó King, quien dejó claro que «la genética no justifica en absoluto lo que hizo».


