Según las autoridades, los acusados enfrentan cargos por violación, agresión sexual, suministro de drogas y explotación de menores. La redada, realizada el martes, forma parte de una investigación iniciada en noviembre de 2023 tras la denuncia de una joven víctima.
Entre los detenidos figuran dos ciudadanos sirios, un iraní y dos británicos, mientras que las identidades de otros dos sospechosos —de 19 y 26 años— no fueron reveladas “por motivos legales”.
La policía señaló que las víctimas eran adolescentes vulnerables, muchas de ellas en hogares de acogida, y que los agresores utilizaban drogas y alcohol para manipularlas.
Ante el incremento de estos casos, el gobierno británico anunció una investigación pública nacional sobre la explotación sexual infantil, un problema que ha afectado a varias ciudades inglesas desde finales de los años 90.
Estos casos han generado indignación social y son usados por grupos políticos extremistas para criticar la respuesta de las autoridades frente a la violencia sexual contra menores.