La noche de este sábado fue la primera en calma en la Franja de Gaza tras meses de intensos bombardeos, al cumplirse un día del tan esperado alto el fuego en el territorio palestino, donde los residentes se concentran ahora en revisar lo que queda de sus viviendas y en recuperar los cuerpos de sus seres queridos.
«Anoche fue una noche tranquila, la primera noche sin bombardeos desde el comienzo de la guerra a excepción de los días de calma de noviembre de 2023 y enero de 2025», dijo Mohammad, un médico gazatí, desde la ciudad de Gaza.
En declaraciones a la agencia de noticias EFE, afirmó que a su hospital ya no llegan las decenas de cadáveres que recibían diariamente, sino los cuerpos que se van rescatando lentamente de entre los escombros, donde aún permanecen los restos de al menos 7,000 gazatíes, según estimaciones del Ministerio de Sanidad del enclave.
«Por primera vez en mucho tiempo, logramos dormir sin miedo ni preocupaciones», expresó Zaher, un gazatí que semanas antes tuvo que abandonar la capital con su familia y trasladarse a Deir Al Balah, en el centro del enclave, donde se refugió en una tienda de campaña.
Zaher recuerda que anoche los residentes de Deir Al Balah pudieron recorrer sus calles devastadas con tranquilidad, saludando a conocidos y celebrando el esperado fin de la ofensiva.
Ahora su prioridad es encontrar un lugar donde vivir con su esposa y sus cuatro hijos en la ciudad de Gaza, donde, según él, los precios de la vivienda se han triplicado debido a la escasez de oferta, ya que muchos edificios fueron dañados o destruidos por los ataques israelíes, incluida su propia casa, arrasada al inicio de la ofensiva.
Desde que el viernes entró en vigor el alto el fuego pactado entre Israel y Hamás, miles de personas han regresado desde sus refugios en el sur hacia la ciudad de Gaza, donde actualmente permanecen solo unos 250,000 gazatíes de los más de un millón que vivían allí antes de la operación israelí.
Las tropas israelíes se mantienen tras la denominada «línea amarilla» del repliegue y controlan aproximadamente la mitad del territorio del enclave —antes controlaban el 80 %— para que las milicias palestinas puedan reunir y liberar a los rehenes en los próximos dos días.
Mientras tanto, los gazatíes celebran la posibilidad de volver a respirar tranquilos y, según Zaher, de «caminar por las calles en paz».