Por: Leanlly Pérez- El verano llegó a su fin con la entrada oficial del equinoccio de otoño en el hemisferio norte, un fenómeno astronómico que marca el inicio de la nueva estación.
El equinoccio ocurre cuando el eje de la Tierra no se inclina hacia el Sol ni se aleja de él, lo que provoca que el día y la noche tengan prácticamente la misma duración en todo el planeta. El término proviene del latín aequus nox, que significa “noche igual”.
En este momento, los rayos solares inciden de manera perpendicular al eje terrestre, inclinado unos 23 grados respecto a su órbita. Este alineamiento sucede solo dos veces al año, generando los equinoccios de primavera y otoño.
Mientras en el hemisferio norte se da la bienvenida al otoño, en el hemisferio sur comienza la primavera.