Washington.- Por segundo trimestre consecutivo, la economía estadounidense se reduce con una contracción de 0,9% anual, elevando los temores de una recesión inminente.
La caída del Producto Interno Bruto (PIB) siguió a la contracción de 1,6% anual en el primer trimestre del año.
El PIB es la medida más amplia de la economía y su caída en dos trimestres consecutivos constituye un posible indicador de recesión.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, junto a otros economistas han dicho que, puede que la economía se haya debilitado, pero, no ha caído en una recesión.
El miércoles, la Reserva Federal (FED) aumentó su tasa de interés en tres cuartos de punto por segunda vez consecutiva para tratar de contener la inflación más alta de las últimas cuatro décadas.
El índice de precios al consumidor del Departamento de Trabajo subió 9,1% en junio con respecto al año anterior, a un paso que no se veía desde 1981.
A pesar de los aumentos salariales generalizados, los precios suben con más rapidez que las remuneraciones.
Dado que, en junio el sueldo horario promedio ajustado por inflación bajó 3,6% respecto al año anterior, la 15ta caída anual consecutiva.
Por lo que la Fed intenta crear un freno a la economía estadounidense que logre contener el aumento incontrolable de los precios sin provocar una recesión.
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