Por: Leanlly Pérez- El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, llegó este martes a Doha procedente de Israel, tras el ataque israelí de la semana pasada contra una delegación negociadora de Hamás en Catar. El bombardeo, que dejó seis muertos, fue calificado por las autoridades cataríes como “traición” y “agresión directa” contra su soberanía.
Durante su visita, Rubio sostuvo reuniones con el emir catarí Tamim bin Hamad Al Thani y el primer ministro y ministro de Exteriores, Mohamed bin Abdulrahmán Al Thani, reafirmando la sólida relación bilateral entre Washington y Doha. El secretario agradeció a Catar por sus esfuerzos para poner fin a la guerra en Gaza y repatriar a los rehenes aún en manos de Hamás, actualmente 48 personas.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Catar, Majed al Ansari, destacó que las conversaciones se centraron en la “alianza estratégica” entre ambos países, especialmente en defensa, tras la agresión israelí que generó gran indignación en el país del Golfo. Asimismo, señaló que las negociaciones de alto el fuego en Gaza se complican, debido a la postura de Israel, según la cual “quiere asesinar a todos con los que negocia y bombardea al Estado mediador”.
Rubio subrayó que queda “poco tiempo” —quizás unas semanas— para alcanzar un acuerdo de alto el fuego en Gaza. Catar, principal mediador junto a EE.UU. y Egipto, aseguró que continuará trabajando para poner fin al conflicto, que ha dejado cerca de 65,000 muertos desde octubre de 2023.
El ataque israelí en Catar se produjo mientras la delegación de Hamás debatía una propuesta estadounidense para desbloquear las negociaciones de paz y liberar a los rehenes. La acción provocó una respuesta inmediata de la comunidad internacional; más de 50 jefes de Estado y representantes de la Liga Árabe y la Organización de la Cooperación Islámica acusaron a Israel de “negarse a lograr la paz”.
El incidente también llevó a los miembros del Consejo de Cooperación del Golfo —Catar, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Omán, Kuwait y Baréin— a reactivar mecanismos de defensa conjunta, subrayando la gravedad del ataque y su impacto regional.