Por: Leanlly Pérez- El activista conservador estadounidense Charlie Kirk, aliado del presidente Donald Trump, fue asesinado este miércoles de un disparo mientras hablaba en un evento en la Utah Valley University. Kirk, de 31 años, era una voz influyente en la política de derecha y su muerte ha provocado condenas internacionales por la violencia política.
El propio Trump calificó el hecho como un “momento oscuro para Estados Unidos” y prometió que su gobierno localizará a los responsables y a las organizaciones que apoyan la violencia política.
Dirigentes de varios países también reaccionaron:
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Canadá: Primer ministro Mark Carney aseguró que “cada acto de violencia política amenaza la democracia”.
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Reino Unido: Keir Starmer destacó la necesidad de “libertad para debatir abierta y libremente sin miedo”.
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Italia: Giorgia Meloni calificó el asesinato como “una herida profunda para la democracia”.
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Israel: Benjamin Netanyahu lo llamó “asesinado por decir la verdad y defender la libertad”.
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Hungría: Viktor Orbán atribuyó la violencia a campañas de odio de la izquierda progresista-liberal.
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Argentina: Javier Milei lo calificó como víctima de un “asesinato atroz en medio de una ola de violencia política de izquierda”.
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Países Bajos: Dick Schoof señaló que “en una democracia libre, nos enfrentamos con palabras, nunca con violencia”.
El incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad de líderes políticos y activistas en Estados Unidos y la amenaza de la violencia con motivaciones políticas. Las autoridades investigan los motivos del ataque y buscan a los responsables.