El Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump calificó este miércoles como «profundamente preocupantes» las restricciones anunciadas por España para limitar el envío de armas a Israel y aseguró que tales medidas «envalentonan a los terroristas».
«Es profundamente preocupante que España, miembro de la OTAN, haya optado por limitar potencialmente las operaciones estadounidenses y dar la espalda a Israel el mismo día en que seis personas fueron asesinadas en Jerusalén. Estas medidas envalentonan a los terroristas», dijo el portavoz del Departamento de Estado a la agencia de prensa EFE.
Washington, estrecho aliado de Israel, reaccionó a las medidas anunciadas por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que refuerzan un embargo de armas contra el Estado israelí ante lo que Moncloa califica de «genocidio» en Gaza y «exterminio» del pueblo palestino debido a la guerra en el enclave.
Según Sánchez, estas decisiones buscan aumentar la presión para que cesen los ataques israelíes en Gaza y se centran principalmente en aspectos económicos, prohibiendo el comercio de armas y municiones con Israel, así como restringiendo el atraque de barcos y aviones que transporten armamento o equipos hacia el territorio israelí.
Asimismo, se destinará una partida adicional de 10 millones de euros a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Palestina (UNRWA) para asistir a la población de Gaza, aumentando la ayuda humanitaria y la cooperación en el enclave palestino, hasta alcanzar un total de 150 millones de euros para 2026.
Ese mismo día, Sánchez expresó su «enérgica condena» por el atentado terrorista ocurrido en una parada de autobús en Jerusalén, atribuido a militantes palestinos, que dejó seis fallecidos, entre ellos un ciudadano español, y subrayó que «la violencia no es el camino».
Organismos de la ONU, organizaciones internacionales y un creciente número de países califican de genocidio la campaña de Israel en la Franja de Gaza desde los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, en la que han muerto más de 60,000 personas, incluidos más de 18,000 niños, y que ha provocado una hambruna en el norte del enclave causando cientos de muertes.