Un hombre de 49 años de edad fue ejecutado este martes en Singapur por traficar con marihuana luego de pasar siete años en prisión.
La ejecución dio lugar en la pequeña ciudad-Estado asiática en los últimos cuatro meses.
La noticia fue confirmada por la activista Kokila Annamalai, quien publicó en sus redes sociales la noticia.
“Hemos confirmado que un hombre singapurense de etnia malaya de 49 años ha sido ejecutado hoy, 26 de julio, en la prisión de Changi, tras ser condenado por traficar con marihuana“, dijo.
Singapur tiene leyes antidrogas más severas del planeta, contemplando la pena de muerte por ahorcamiento, con seis ejecutados por narcotráfico desde el pasado marzo.
El país ejecutó a otro hombre, el singapurense Nazeri Lajim, de 64 años, con un largo historial de consumo y otros delitos de droga.
Apenas se revelan informaciones sobre las ejecuciones y son las ONG locales que abogan contra la pena de muerte.
Desde el 30 de marzo, ha habido otras cinco ejecuciones, entre ellas la de un preso con discapacidad intelectual, ahorcado el 27 de abril entre fuertes críticas por parte de la comunidad internacional y las organizaciones de derechos humanos.
Todos los presos ejecutados este año han sido condenados por narcotráfico y muchos son de nacionalidad malasia o singapurenses de etnia malaya.
Esto llevó a algunas organizaciones a acusar a las autoridades isleñas de discriminación racial.
La isla fija en 15 gramos de heroína para importar o exportar el mínimo para aplicar la pena capital.
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