Por: Leanlly Pérez- Los recientes aranceles impuestos por la administración de Donald Trump a la India han puesto en riesgo una alianza estratégica clave para contrarrestar el creciente poder de China, amenazando con desestabilizar el equilibrio geopolítico y económico en Asia y el mundo.
El aumento de los gravámenes en un 50 %, interpretado como represalia por las compras de petróleo ruso de India, ha tensado las relaciones entre ambos países, que recién comenzaban a consolidar su cooperación comercial.
India se perfilaba como una alternativa a China en pleno proceso de “decoupling” estadounidense del gigante asiático, con planes de duplicar el comercio bilateral hasta 500.000 millones de dólares para 2030.
Expertos como Richard M. Rossow, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, destacan que la India representa una asociación prometedora debido a su peso económico y militar, aunque advierten que los aranceles podrían retrasar la consolidación de estas relaciones.
Por su parte, Salil Tripathi, del Instituto de Derechos Humanos y Empresas, señala que los efectos comerciales “tardarán mucho en recuperarse”.
Lejos de ceder ante la presión estadounidense, India ha reactivado sus vínculos con China, visibles en la 25ª cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái, donde el primer ministro Narendra Modi coincidió con Xi Jinping y Vladímir Putin.
Aunque mantiene relaciones con Estados Unidos, la política exterior india se encuentra en un punto crítico, equilibrando lazos con China, Rusia y Pakistán.