China defendió este jueves su decisión de invitar a los líderes de Rusia y Corea del Norte al desfile militar en Pekín, un evento que el presidente Donald Trump calificó como una posible oportunidad para conspirar contra Estados Unidos.
Trump publicó un enérgico mensaje en su plataforma Truth Social dirigido al presidente chino, Xi Jinping, después del desfile militar en el que China mostró este miércoles sus más recientes avances en armamento.
«Dele mis más cordiales saludos a Vladimir Putin y a Kim Jong Un, mientras conspiran contra los Estados Unidos de América», escribió el mandatario.
Al ser cuestionado sobre la publicación, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Guo Jiakun, subrayó que los «líderes extranjeros» fueron invitados únicamente para conmemorar los 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial.
«Se trata de colaborar con los países y pueblos amantes de la paz, para recordar la historia, honrar la memoria de los mártires, valorar la paz y crear el futuro», aseguró Jiakun.
«El desarrollo de las relaciones diplomáticas de China con cualquier país nunca va dirigido contra terceros», afirmó.
El miércoles, el Kremlin comentó que la acusación de Trump «no estaba exenta de ironía».
Por su parte, Pekín reaccionó con mayor dureza ante las críticas de la principal representante diplomática de la Unión Europea, Kaja Kallas, quien también cuestionó el desfile.
Kallas señaló que la presencia conjunta de Xi, Putin y Kim reflejaba intentos de establecer un «nuevo orden mundial» antioccidental y representaba «un desafío directo al sistema internacional basado en normas».
«Las declaraciones de cierto funcionario de la UE están llenas de sesgos ideológicos, carecen de conocimientos históricos básicos y provocan de forma descarada la confrontación y el conflicto», afirmó Guo.