El Gobierno de México descartó este miércoles que el Cártel de Sinaloa esté “terminado” tras la captura de uno de sus líderes, Ismael “El Mayo”, Zambada, aunque admitió que algunas de sus facciones se encuentran “mermadas”.
“No, no puede estar terminado el Cartel (de Sinaloa) porque hay varias cabezas de esto que fue en su momento el Cartel de Sinaloa”, dijo el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, durante una conferencia de prensa.
“Todavía hay células y líderes importantes que tienen que ser detenidos (…), están mermadas ciertas facciones del cártel de Sinaloa”, afirmó García Harfuch.
Las autoridades estadounidenses han señalado que el cártel quedó “decapitado” tras las recientes detenciones y confían en que ‘El Mayo’ brinde información relevante en la lucha contra el narcotráfico, a cambio de beneficios penitenciarios derivados de un acuerdo de cooperación.
Zambada fue arrestado en julio del año pasado, después de aterrizar en el aeropuerto de Santa Teresa (Nuevo México, EE.UU.) en una avioneta junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de ‘El Chapo’. Según la versión de ‘El Mayo’, este último lo habría traicionado y entregado a las autoridades estadounidenses.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, declaró este miércoles que sería oportuno investigar a funcionarios y políticos que presuntamente recibieron sobornos de ‘El Mayo’ Zambada, tal como lo afirmó el capo durante su juicio en Estados Unidos.
No obstante, precisó que no le inquietan sus declaraciones, ya que cualquier testimonio del narcotraficante deberá ser verificado con pruebas.
“Por supuesto estamos en contra de cualquier soborno o acto de corrupción que tenga que ver particularmente con el tema de seguridad, entonces cualquier investigación es buena”, indicó la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.
‘El Mayo’, cofundador y líder histórico del Cártel de Sinaloa, se declaró culpable en un tribunal federal de Nueva York de dos cargos de narcotráfico, admitiendo además que durante más de cinco décadas sobornó a políticos y funcionarios mexicanos.
En su extensa confesión, reconoció haber “fomentado la corrupción de policías, militares y políticos” en México.
Zambada, quien enfrentaba un total de 17 cargos, aceptó haber dirigido de manera ininterrumpida al Cártel de Sinaloa desde enero de 1989 hasta enero de 2024, además de estar implicado en operaciones de lavado de dinero, asesinatos y secuestros vinculados al narcotráfico.