El conflicto entre Tailandia y Camboya se intensificó este sábado a lo largo de su frontera compartida hacia el sur, mientras ambos países hacían un llamado a la calma y a una solución pacífica.
El conflicto, cuyo origen se disputan Bangkok y Nom Pen al culparse mutuamente, se desató el jueves como parte de la prolongada disputa territorial entre ambas naciones.
Por tercer día consecutivo, sus Ejércitos han mantenido enfrentamientos, pese a manifestaciones de interés en lograr un alto el fuego.
La noche del viernes, ambas partes expresaron su disposición a considerar la propuesta de cese de hostilidades presentada por el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, cuyo país preside de manera rotatoria la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), organización a la que pertenecen tanto Tailandia como Camboya.
Asimismo, tanto Bangkok como Nom Pen comunicaron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que celebró una reunión de emergencia en Nueva York el día anterior, su voluntad de detener los ataques y alcanzar una solución pacífica al conflicto.
Inicialmente, los enfrentamientos se centraron en zonas de las provincias fronterizas de Surin, Buriram, Sisaket y Ubon Ratchathani, pero este sábado el conflicto se intensificó y se desplazó hacia el sur, alcanzando la provincia de Trat, ubicada en el Golfo de Tailandia.
De acuerdo con la marina tailandesa, las fuerzas camboyanas iniciaron un ataque a las 5:10 de la mañana, hora local (22:10 GMT del viernes). Las tropas tailandesas afirmaron haber repelido la incursión y lanzado una nueva operación en la zona de Trat.
Desde la noche del viernes, ocho distritos de Trat y de la vecina provincia de Chanthaburi se encuentran bajo ley marcial, impuesta por el Comando de Defensa Fronteriza de Tailandia para facilitar el despliegue de militares, fuerzas policiales y civiles.
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