Por: Leanlly Pérez- El 9 de julio de 1984, Mónica Briones, artista chilena y mujer abiertamente lesbiana, fue brutalmente asesinada en Santiago, Chile, en lo que se considera el primer crimen de odio lesbofóbico registrado en el país.
Mónica celebraba su cumpleaños cuando fue atacada en plena madrugada. Su valentía al vivir abiertamente su orientación sexual en tiempos de dictadura la convirtió en un ícono para la comunidad LGBT+, especialmente para las mujeres lesbianas.
El asesinato causó gran conmoción entre las organizaciones de derechos humanos y grupos disidentes de la época. Colectivos como Ayuquelén, la primera organización lésbica chilena, y figuras como el escritor Pedro Lemebel, visibilizaron su historia. Sin embargo, el caso fue cerrado en los años 90 por falta de pruebas y la negativa de testigos a declarar, en un contexto de miedo y represión social.
A pesar de la impunidad, la figura de Mónica Briones ha sido mantenida viva por activistas y nuevas generaciones. En 2021, un mural en su honor fue pintado en el lugar donde fue asesinada, aunque posteriormente fue vandalizado, reflejando que la homofobia sigue presente. También se ha propuesto instalar un monumento oficial, pero aún no se ha concretado.
Gracias a los esfuerzos de activistas como Erika Montecinos, fundadora de la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, y otras organizaciones, el 9 de julio fue declarado Día de la Visibilidad Lésbica en Chile, como un acto de memoria y lucha por los derechos de las mujeres lesbianas y todas las disidencias sexuales.
Sin embargo, la discriminación y los crímenes de odio siguen siendo una realidad. Recién en 2012, 28 años después del asesinato de Mónica, se promulgó la Ley Antidiscriminación, conocida como Ley Zamudio, tras el homicidio de Daniel Zamudio, otro caso emblemático de violencia homofóbica.
Esta ley ha sido criticada por su débil alcance y por la falta de voluntad política para reforzarla. Desde 2019, una propuesta de reforma a la ley permanece estancada en el Congreso sin avances significativos.
En 2021, el gobierno de Sebastián Piñera aprobó la Ley de Matrimonio Igualitario, un logro para la comunidad LGBT+, aunque algunos activistas, como Erika Montecinos, señalaron que este avance se dio en un contexto político que no garantiza plenamente los derechos humanos.
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