Por: Leanlly Pérez- Desde marzo, el gobierno haitiano ha comenzado a utilizar drones suicidas como parte de una ofensiva contra las bandas armadas que dominan amplias zonas del país.
Según la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh), estos ataques han provocado al menos 300 muertes y 400 heridos entre presuntos miembros de pandillas.
La estrategia, aunque vista con buenos ojos por gran parte de la población haitiana desesperada por la violencia, no ha sido suficiente para retomar el control de los territorios ocupados por estos grupos criminales.
Las operaciones con drones están siendo coordinadas por un grupo de trabajo impulsado por el primer ministro Alix Didier Fils-Aimé. Sin embargo, la efectividad de las acciones se ve limitada por la escasa participación directa de la Policía Nacional de Haití (PNH), lo cual debilita la capacidad de seguimiento y control en el terreno, según denuncia la Rnddh.
Tras el nombramiento de Fritz Alphonse Jean como presidente del Consejo Presidencial de Transición, se han intensificado las reuniones con la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), pero aún no se ha otorgado a la PNH un papel central en la operación de los drones. Mientras tanto, la unidad francesa RAID ha entrenado a 360 agentes haitianos en el uso de estas tecnologías.
La situación se complica aún más con la posibilidad de que las mismas bandas criminales adquieran drones para sus propios fines.
El director general de la Policía, Rameau Normil, alertó sobre esta amenaza, la cual fue confirmada recientemente tras una operación conjunta entre las autoridades haitianas y dominicanas, que permitió la detención de tres ciudadanos haitianos que intentaban comprar drones en territorio dominicano.
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