Por: Leanlly Pérez- Ivet Playà, una joven de 26 años originaria de Barcelona, ha causado revuelo en redes sociales tras publicar un video en el que denuncia haber sido manipulada y emocionalmente afectada por el cantante español Alejandro Sanz.
Según relata, la relación con el artista comenzó en 2015 cuando él, entonces con una amplia carrera consolidada, empezó a seguirla en Instagram.
Ella tenía apenas 18 años y era una fan admiradora desde la adolescencia. Aquel gesto inicial generó en Playà una gran ilusión, especialmente cuando Sanz comenzó a mandarle mensajes privados, comentar sus publicaciones y establecer un contacto personal. “Me sentía especial, como si él me hubiera elegido entre miles”, afirmó.
Con el paso del tiempo, este vínculo virtual dio paso a una relación más cercana. Ivet asegura que años después fue contratada para formar parte del equipo profesional del cantante, una oportunidad que la llevó a mudarse de Barcelona a Madrid, con la esperanza de cumplir un sueño: trabajar con su ídolo. Sin embargo, según su testimonio, lo que parecía una experiencia ideal se convirtió en una “pesadilla”.
Durante su tiempo trabajando con Sanz, la joven afirma que la relación profesional se entrelazó con una conexión íntima y personal.
Según explicó, esa cercanía derivó en una dinámica donde se sintió manipulada emocionalmente y utilizada por alguien en una posición de poder. «Lo que al principio fue un sueño, terminó siendo una relación tóxica en la que perdí mi estabilidad emocional», señaló.
Uno de los aspectos más delicados de su testimonio es que Playà aseguró que parte de las conversaciones y contenidos íntimos que compartió con el artista pudieron haber sido vistos por terceros, lo cual la hizo sentirse traicionada y profundamente avergonzada. “No sé quién más pudo haber visto lo que le envié con total confianza. Me siento sucia, engañada y utilizada”, declaró con visible angustia.
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