Por: Leanlly Pérez- El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció la deportación de un ciudadano haitiano que cometió fraude migratorio al mentir en su solicitud para obtener la residencia permanente, conocida como “green card”.
La identidad del individuo no fue revelada públicamente por las autoridades, pero el caso fue presentado como un ejemplo de la eficacia del sistema migratorio estadounidense para detectar irregularidades.
Según el USCIS, el hombre fue sometido a un proceso judicial de deportación después de que un juez de inmigración determinara que había proporcionado información falsa para obtener su estatus como residente legal.
Como resultado, su tarjeta de residencia fue revocada. A pesar de la orden, el individuo permaneció en el país ilegalmente durante varios meses.
Siete meses después de la revocación de su estatus legal, el haitiano solicitó la ciudadanía estadounidense y acudió a una entrevista programada en una oficina del USCIS en Jacksonville, Florida. Fue entonces cuando las autoridades lo arrestaron, al descubrir que tenía pendiente una orden de deportación.
En un comunicado, el USCIS afirmó: “Nuestro riguroso sistema de verificación funciona y está haciendo que Estados Unidos vuelva a ser seguro”.
Este tipo de casos refuerza la política de “tolerancia cero” frente al fraude migratorio, promovida por el gobierno de Donald Trump, enmarcada dentro de una estrategia más amplia para limitar la inmigración y reforzar la seguridad nacional.
Este caso ocurre en un contexto político sensible, ya que la administración Trump también había anunciado la eliminación progresiva del Estatus de Protección Temporal (TPS) para varios grupos migrantes, entre ellos más de 500,000 haitianos que podrían perder su derecho a permanecer legalmente en Estados Unidos.
Además, una orden ejecutiva firmada recientemente por el expresidente Trump impuso severas restricciones migratorias y prohibiciones de viaje a ciudadanos de 12 países, incluyendo Haití, Irán, Libia, Sudán, Yemen y Somalia. Otras siete naciones, como Cuba, Venezuela y Siria, fueron parcialmente afectadas por las nuevas políticas.
La deportación del ciudadano haitiano subraya los desafíos que enfrentan los inmigrantes con antecedentes irregulares en un entorno donde las leyes migratorias se aplican con más severidad.
También pone en evidencia las consecuencias de intentar regularizar el estatus migratorio mediante información falsa, incluso cuando la intención es obtener beneficios migratorios como la residencia o la ciudadanía.
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