Por: Leanlly Pérez- La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó este jueves, por un estrecho margen de 215 votos a favor y 214 en contra, el ambicioso proyecto de ley de recortes de gastos y alivio fiscal impulsado por el presidente Donald Trump, el cual incluye un controvertido impuesto del 3,5% sobre las remesas enviadas al extranjero.
Esta medida, originalmente propuesta con un gravamen del 5%, fue modificada tras fuertes críticas, entre ellas del gobierno mexicano, que denunció la medida como una forma de doble tributación que afecta directamente a millones de migrantes.
El paquete legislativo, denominado por Trump como una “ley grande y hermosa”, es el eje de su agenda económica interna y busca consolidar su visión de una “nueva Edad de Oro” para Estados Unidos.
En ese contexto, contempla también una extensión de los recortes fiscales de 2017 y fuertes reducciones a programas de seguridad social, incluyendo un recorte de 700 mil millones de dólares a Medicaid, el seguro médico para personas de bajos ingresos.
Las reacciones han sido diversas y polarizadas. Los demócratas han calificado la ley como “devastadora” para la clase media y advierten que dejará sin cobertura sanitaria a cerca de ocho millones de personas, según datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO).
El líder demócrata Hakeem Jeffries la describió como “el mayor recorte a la asistencia sanitaria en la historia del país para financiar las mayores exenciones fiscales a los multimillonarios”.
Por su parte, algunos sectores del propio Partido Republicano también han mostrado escepticismo, especialmente los llamados “halcones fiscales”, quienes argumentan que la ley no reduce lo suficiente el gasto público y temen que el déficit aumente hasta en 4 billones de dólares en la próxima década.
Para contener a este sector, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, adelantó la implementación de requisitos laborales para los beneficiarios de Medicaid y recortó beneficios fiscales a las energías limpias.
A pesar de la división interna, Trump logró alinear a los republicanos de la Cámara en una muestra de su influencia dentro del partido, reforzada por una visita al Capitolio en la que pidió unidad.
No obstante, el proyecto enfrenta ahora un recorrido complejo en el Senado, donde se espera que sufra modificaciones sustanciales durante al menos un mes de debates.
La intención del partido es que Trump lo firme antes del 4 de julio, aunque el Senado, con su dinámica menos controlada, podría retrasar o alterar significativamente la propuesta original.
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