Por: Leanlly Pérez- La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha reducido significativamente sus proyecciones de crecimiento económico para la región, anticipando que en 2025, la expansión será solo del 2,0% en promedio.
Esta cifra es considerablemente más baja que las previsiones anteriores y responde a un «escenario internacional muy complejo y de mucha incertidumbre», el cual se ha visto intensificado por la guerra comercial iniciada por Estados Unidos bajo la administración del presidente Donald Trump.
Según el informe de la Cepal, los aranceles impuestos por el gobierno estadounidense tienen efectos directos sobre las exportaciones de los países latinoamericanos y, además, generan consecuencias indirectas a través de un aumento en la volatilidad de los mercados financieros internacionales.
Las implicaciones de este entorno son graves para América Latina y el Caribe, ya que se espera una desaceleración en la demanda agregada externa, lo que podría ocasionar un desequilibrio mayor en las cuentas externas de la región.
Este desajuste podría traducirse en una mayor volatilidad cambiaria, lo que afectaría la estabilidad económica de varios países latinoamericanos. Además, la región podría ver un aumento en la acumulación de reservas internacionales, aunque con fines precautorios, ante la incertidumbre económica y política mundial.
En cuanto a la demanda agregada interna, la Cepal proyecta que el consumo privado seguirá siendo el principal motor del crecimiento regional, pero con un ritmo de expansión más bajo que el observado en los últimos años.
Aunque la región había anticipado una recuperación económica moderada en 2024, con un crecimiento estimado de un 2,4% promedio, la realidad de 2025 refleja un panorama mucho más sombrío. En su último informe, la Cepal había proyectado un repunte de un 2,4% para América Latina, donde América del Sur crecería un 2,6%, Centroamérica un 2,9% y el Caribe un 2,6%.
Sin embargo, la revisión más reciente señala que el Caribe sufrirá la mayor reducción, con una caída en sus expectativas de crecimiento del 2,6% al 1,8%.
Por otro lado, América Central y México verán una reducción aún mayor en sus proyecciones, con una revisión a la baja de siete décimas, pasando del 1,7% al 1,0%. Sudamérica, aunque aún enfrenta ajustes, será la menos afectada, con una reducción mínima de solo una décima, del 2,6% al 2,5%.
La revisión de las proyecciones de crecimiento está en línea con las diversas actualizaciones de las perspectivas globales por parte de otras entidades internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que también revisó a la baja sus expectativas de crecimiento para las principales economías del mundo.
En particular, el FMI redujo sus proyecciones de crecimiento para Estados Unidos, de un 2,7% en enero a un 1,8%, y para la zona euro, que pasó del 1% al 0,8%. China, otro socio comercial crucial para América Latina, también vio una reducción en sus proyecciones, de un 4,6% a un 4,0%.
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