Por: Leanlly Pérez- Tres hombres —Daniel Kelly, de 46 años, y los hermanos Louis y Stewart Ahearne, de 36 y 46 años respectivamente— fueron sentenciados a un total de más de 100 años de prisión tras ser hallados culpables de planear el asesinato de Paul Allen, un exluchador que años antes había sido condenado por su implicación en el mayor robo a mano armada de la historia del Reino Unido.
El intento de asesinato ocurrió en 2019 en la lujosa residencia de Allen ubicada en Woodford Green, al noreste de Londres. Allen, que en ese momento tenía 41 años, sobrevivió al ataque pero quedó paralizado del pecho hacia abajo tras recibir un disparo. En un inicio fue dado por muerto, pero logró sobrevivir con graves secuelas.
El caso llamó la atención por su parecido con una película de crimen de Hollywood. La investigación incluyó detalles inusuales, como la recuperación de un iPad del río Támesis que resultó ser una pieza clave de evidencia.
Según la Policía Metropolitana de Londres, los acusados actuaron motivados por una promesa de ganancia económica, aunque no está claro qué beneficio concreto obtuvieron.
Durante el juicio, los fiscales explicaron que Allen no era una víctima cualquiera, sino un criminal sofisticado y experimentado. Fue condenado en 2009 por su participación en el robo de 54 millones de libras (aproximadamente 72 millones de dólares actuales) en un depósito de seguridad en Kent, cometido en 2006. Gran parte de ese dinero nunca fue recuperado.
Además del intento de asesinato, las autoridades también descubrieron que los tres hombres estaban involucrados en otro crimen grave: el robo en el Museo de Arte del Lejano Oriente en Ginebra, Suiza, ocurrido el 1 de junio de 2019, solo semanas antes del tiroteo a Allen.
En ese robo, sustrajeron tres piezas de porcelana de la era Ming con un valor total asegurado de unos 3.6 millones de dólares. Posteriormente, viajaron a Hong Kong e intentaron vender una de las piezas robadas —un cuenco de fénix— en una casa de subastas.
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