Por: Leanlly Pérez- Autoridades de inmigración, en coordinación con la policía estatal de Florida, están llevando a cabo un amplio operativo con el objetivo de detener a unos 800 inmigrantes indocumentados en ese estado, informó el Miami Herald.
Esta operación, que comenzó el lunes y se extenderá hasta el sábado, marca el primer esfuerzo coordinado a gran escala entre agentes del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y fuerzas estatales bajo el liderazgo del gobernador Ron DeSantis.
El operativo se desarrolla en varias ciudades clave, incluyendo Miami, Orlando, Tampa, Jacksonville, Tallahassee, Stuart y Fort Myers, así como en los condados de Miami-Dade y Broward. Las autoridades han puesto el foco en personas con antecedentes penales o con órdenes finales de deportación.
Este despliegue forma parte de una estrategia migratoria más rígida en Florida, donde recientemente se aprobaron leyes que endurecen las condiciones para los inmigrantes en situación irregular.
Estas leyes, impulsadas por DeSantis en febrero pasado, contemplan penas más severas para indocumentados que cometan delitos, exigen mayor cooperación de los funcionarios locales en la aplicación de las leyes migratorias y permiten a la policía cuestionar el estatus legal de cualquier persona.
Sin embargo, el operativo ha generado polémica por el posible uso de perfiles raciales en las detenciones. Un caso reciente ilustra la preocupación: Juan Carlos López Gómez, un ciudadano estadounidense de 20 años, fue arrestado por un agente de la Patrulla de Caminos de Florida al sospechar que era indocumentado. López viajaba como pasajero en un vehículo proveniente de Georgia y fue liberado solo después de que su madre presentara su certificado de nacimiento.
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