La reciente aparición de Justin Bieber en el festival de Coachella ha generado nuevamente preocupación entre sus seguidores sobre su bienestar, tanto físico como mental, debido a su apariencia deteriorada y su comportamiento retraído.
Según su entorno, el artista está enfrentando «muchos demonios» y afirman que «últimamente está tomando malas decisiones, lo que afecta aún más a sus amistades, su dinero y sus negocios».
Además, el medio británico Daily Mail reveló que Hailey Bieber, esposa del artista canadiense, estaría recurriendo a su fe en busca de consuelo y apoyo para atravesar lo que se considera uno de los momentos más difíciles en la vida de su esposo.
Entre los factores que podrían haber alterado la vida de Justin Bieber se incluyen el próximo juicio de Sean ‘Diddy’ Combs, con quien Bieber estuvo relacionado a mediados de la década de 2010, y la tensa relación con su exmánager, Scooter Braun, de quien se desligó el año pasado.
Cabe destacar que no es la primera vez que el cantante genera preocupación por su salud. En 2022, compartió que padecía el síndrome de Ramsay Hunt, una rara condición neurológica que lo obligó a cancelar varios conciertos y lo mantuvo alejado de los escenarios durante meses.
A esto se suma el estrés que ha admitido experimentar debido a la constante exposición mediática y la presión de la fama desde su juventud.
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