Por: Leanlly Pérez- El Salvador recluyó este domingo a 238 presuntos miembros del Tren de Aragua, una peligrosa banda criminal originaria de Venezuela, y 23 de la Mara Salvatrucha (MS-13) en una cárcel de máxima seguridad, en virtud de una orden del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una medida que no se había utilizado desde la Segunda Guerra Mundial, para expulsar a estos criminales.
En su justificación, Trump alegó que estos grupos representan una amenaza significativa para la seguridad nacional, lo que permitió su traslado al país centroamericano.
El presidente salvadoreño, Nayib Bukele, informó a través de las redes sociales que los primeros 238 miembros del Tren de Aragua, además de los 23 de la MS-13, llegaron al Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), ubicado en Tecoluca, a 75 km de San Salvador.
Bukele precisó que estos reclusos permanecerán en este penal por un período inicial de un año, renovable según se decida.
El mandatario destacó que El Salvador estaría proporcionando espacio en sus cárceles para los criminales, con el respaldo de Estados Unidos, que cubrirá una tarifa por el alojamiento de los prisioneros, aunque el costo sería significativamente más alto para El Salvador.
El proceso de traslado fue documentado por el gobierno salvadoreño en videos, donde se mostró a los reclusos encadenados y rapados al bajar de los aviones militares que los transportaron, siendo escoltados por fuerzas de seguridad hacia el Cecot.
Allí, los prisioneros fueron arrodillados y sometidos a un procedimiento de ingreso, con ropa básica como pantalones cortos y camisetas, antes de ser asignados a sus celdas.
La llegada de estos prisioneros ha sido interpretada como un golpe contra el crimen organizado, especialmente en el marco de la política de seguridad de Bukele, que ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos debido a las condiciones en sus cárceles y las alegaciones de arrestos arbitrarios.
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